Facturación a tanto alzado
Un precio fijo es un método de facturación en el que el proveedor de servicios se compromete a realizar un encargo específico por un precio fijado de antemano, ofreciendo así al cliente previsibilidad en los costes.
A diferencia de la facturación directa, el precio no varía en función del tiempo o los recursos utilizados, salvo algunos ajustes menores.
Este sistema es ventajoso para el cliente porque permite planificar el presupuesto con precisión y evita sorpresas financieras desagradables. Además, transfiere el riesgo de sobrecostes o retrasos al proveedor de servicios, para quien la planificación de recursos es aún más importante.